El café irlandés fue creado por el chef irlandés Joe Sheridan en 1942.
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◼ Joe Sheridan tuvo la idea correcta cuando por primera vez combinó un whisky irlandés con un rico café negro para crear el famoso café irlandés. ¿Quieres saber cómo lo hizo?
El café irlandés fue creado por el chef irlandés Joe Sheridan en 1942.
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Esta bebida caliente ha sido durante mucho tiempo una de las favoritas en los pubs irlandeses, con una popularidad que podría decirse que rivaliza con una gran cerveza negra (por muy difícil que sea).
A pesar de algunas versiones que se han hecho en el pasado, un gran café irlandés no es tan simple como agregar un trago de whisky a una taza de café. No, esta es una bebida de café bien planificada y cuidadosamente construida que debe mezclarse con el cuidado de cualquier café con leche moderno o capuchino. Dicho esto, ¡en realidad es bastante fácil!
Cuando se crea con cuidado, este clásico es una de las mejores bebidas que podrás probar. Es una taza humeante de dulce y cremosa bondad que pedirás, siempre, en una noche fría después de una buena cena.
— OTRAS RECETAS DE INTERÉS:
Fue creado por el chef irlandés Joe Sheridan en 1942 en la base aérea de Foynes, en las afueras de Limerick, Irlanda. La historia cuenta que un vuelo nocturno regresó al aeropuerto después de intentar llegar a Nueva York durante una tormenta de invierno. Sheridan se inventó esa bebida para esos pasajeros. El nombre debió surgir con el siguiente diálogo:
«Hola amigo», dijo un sorprendido pasajero estadounidense, “¿esto es un café brasileño?» «No», dijo Joe, «esto es un café irlandés».
Fue un enorme éxito y se convirtió en una bebida habitual en el aeropuerto. Así es como Joe Sheridan explicó cómo hacer un verdadero café irlandés:
Crema: rica como un brogue irlandés.
Café: fuerte como una mano amiga.
Azúcar: dulce como la lengua de un pícaro.
Whisky: suave como el ingenio de la tierra.
Cuando se elabora con un whisky de 80º en las medidas dadas en la receta, el café irlandés es relativamente suave con aproximadamente el 9 por ciento de ABV (18 grados). Es un simple trago que puedes disfrutar con tranquilidad y pausa.
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