Las rosquillas caseras son el típico postre de las abuelas que a todos nos traerá muchos y buenos recuerdos.
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◼ Las rosquillas caseras de anís son ese tipo de postre tradicional que está metido en la mente colectiva de todos. Un postre frito y dulce. ¿Se puede pedir más?
Las rosquillas caseras son el típico postre de las abuelas que a todos nos traerá muchos y buenos recuerdos.
Aunque no te lo creas, las rosquillas de anís no son precisamente de ayer. Se dice que ya se conocían en la época de los romanos ¡ahí es nada! También es cierto que es un dulce que se ha ido perdiendo poco a poco, limitándose a Semana Santa y fiestas populares. A diferencia de las torrijas, mira tú por donde…
En Castilla y León las tenemos bien asociadas a los pueblos de interior. Mi abuela siempre tenía preparado un rebosante plato de rosquillas caseras fritas. ¡Ay, qué recuerdos! Pero no nos pongamos nostálgicos. Hemos escrito este post para que no se pierdan estas tradiciones tan bellas.
No son las rosquillas de Hommer (eso son donuts), ni rosquillas del Candil o de Santa Clara (que llevan merengue por encima). Éstas son unas rosquillas fritas de mayor tamaño, esponjosas y con un sabor inconfundible. Austeras, sin adornos, pero espectaculares. Una receta bien sencilla. Si lo sigues paso a paso, verás como te salen.
Para los golosos, os dejamos con una de las recetas más tradicionales de nuestro país. Y entre tú y yo, donde este una rosquilla casera con un cafecito, que se quite un macaron francés.
4 huevos
500 gr. de harina de repostería
150 gr. de azúcar
6 cucharadas grandes de aceite de oliva
1 ralladura de limón y naranja
1 chupito de anís
1 sobre de levadura química
2 cucharadas de azúcar y 2 de canela (para bañar las rosquillas)
Mezclamos los los huevos con el azúcar. Ya sabes, empléate a fondo hasta que espumen. Una vez que lo tengas, añade poco a poco el aceite, el anís y la ralladura de limón y naranja. ¡No dejes de batir mientras lo añades!
Esta receta es fantástica. ¡De lujo!
Las rosquillas caseras y fritas son un postre tradicional que no hay perder. Por eso, diviértete con esta receta tan fácil y riquísima.
Mezcla los huevos y el azúcar hasta que espumen. Después, sin dejar de batir, añade el aceite, el anís y las ralladuras de cítricos poco a poco.
Echa harina en un bol junto con la levadura química. Mézclalo junto con lo anterior poco a poco hasta que tengas una masa compacta.
Crea una bola con la masa y envuélvelo en papel film. Al frigorífico durante 1 hora y media.
Sácala y coge trocitos para crear bolitas, tipo albóndigas. Presiona en el centro y haz un agujero. Ve creando una a una.
Ponemos a calentar abundante aceite de girasol en una sartén. Échalas en tandas para que no se peguen.
Cuando veas que cogen un tono doradito, sácalas. Ponlas en un papel absorbente para que eliminen el resto de aceite.
Queda espolvorear con azúcar glass o haz como un rebozado echando azúcar blanquilla en un plato y pasando una a una.
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40160 TORRECABALLEROS, SEGOVIA
Plaza del Marqués de Lozoya, 3
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4 Comentarios
Muy sencilla y muy buenas
Hola! Saludos desde Argentina! Mi abuela española nacida en Gallegos de Argañan nos hacía las rosquillas cuando éramos chicas (receta de su madre), nunca supe la receta, voy a probar si es ésta!!! Ojalá pq crecí comiendo sus rosquillas y buñuelos. A pesar que vino de bebé a la Argentina sus padres les dejaron todas las tradiciones de España.
Qué bonito Natalia!!
No es una receta fácil, pero cuando la hagas tuya, seguro que te recordarán a ella! Gracias por tu comentario!
Un saludo desde España
Son las auténticas rosquillas de siempre , yo las hacía con mi abuela luego mi madre y mi padre más tarde las hacía yo lo de la azúcar por fuera es a gusto del consumidor y lo de la canela y la naranja también si no se ponen no se notará tampoco que le hace falta, lo que no le falte es la ralladura de limón y la anís